Riesgos del transporte aéreo: ¿cuáles son y cómo prevenirlos?

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La posibilidad de realizar pedidos a través de diferentes canales como las tiendas, aplicaciones, páginas web, entre otros, han causado un fenómeno bastante novedoso llamado Omnichannel Retailing o Retailing Omnicanal, el cual dota a los consumidores con el poder de buscar de manera fácil y rápida los artículos que quieren, pudiendo hacer el proceso de compra continuo aun si desean ir de un canal a otro.

La gran importancia de esta tendencia de consumo recae en una pequeña etapa del proceso completo, pero que tuvo la capacidad de obligar a otras a transformarse. Estamos hablando de la entrega o delivery, el elemento clave que ha impulsado en años recientes a los compradores a migrar cada vez más al comercio electrónico y, a su vez, a la industria del transporte de carga a enfrentarse a unos de los más grandes retos que ha tenido.

Cuando un usuario realiza compras en línea, las plataformas le permiten escoger el tipo de entrega que desea y les da un tiempo estimado de llegada. Evidentemente, cada una de estas opciones tiene precios que varían de acuerdo a la rapidez en que el producto alcanzará su destino.

Es aquí donde el transporte de carga se ha visto de cara a un desafío bastante complejo: cumplir con tal cantidad de entregas en tan poco tiempo. ¿Poco? Sí. Imagina qué tan fuerte es la promesa de venta a través de los canales en línea que, en algunos casos, los vendedores ofrecen entregas en máximo dos días e, incluso, ¡el mismo día que lo pides!

Sin duda, las dinámicas actuales de compra y venta han superado lo que alguna vez fueron los límites imaginables. Pero… ¿qué tiene que ver el transporte aéreo con todo esto? Vamos allá.

Una autopista sin carriles

La demanda generada por los consumidores está rebosando la capacidad de la industria del transporte de carga en la modalidad terrestre. La cantidad de mercancías que se mueven por carreteras trae efectos secundarios como problemas de tráfico y contaminación. Por esto, muchas ciudades principales -Nueva York, por ejemplo- han comenzado a implementar medidas restrictivas para los camiones.

Sin poder entrar y salir constantemente a las principales bodegas, el transporte de carga se vio en la necesidad de buscar alternativas que le permitieran satisfacer tal demanda. Así, las grandes compañías han decidido trasladarse al aire, enviando mercancías por avión de manera mucho más rápida y directa.

Aunque está lejos de ser la modalidad más utilizada y rentable -por ahora-, es una gran herramienta especialmente para las grandes cadenas de retailing (Amazon, Walmart, etc.), quienes necesitan enviar constantemente los pedidos de los clientes hacia bodegas desde donde se distribuyen hacia sus destinos finales.

¿Cuáles son las ventajas del transporte aéreo?

Vamos al grano. Sabemos que hay diferentes tipos de transporte de carga, pero… ¿qué hace al aéreo una mejor opción?

1. Cobertura:

son pocas las industrias que logran abarcar tanto terreno. La aviación permite conectar multiplicidad de lugares con otros, casi sin importar si están al otro lado del mundo. Además, todo se realiza entre el aire y los aeropuertos, sin tener que hacer traslados a otras vías de transporte, haciéndolo mucho más sencillo.

2. Tiempo de entrega:

Si se compara con los demás tipos de transporte de carga (marítimo y terrestre), salta a la vista la gran capacidad que tiene la aviación de llegar a los destinos en un menor tiempo que los demás. Esto, sin mencionar la frecuencia de vuelos en los principales aeropuertos, donde pueden despegar un buen número de aeronaves en apenas unas horas.

3. Trámites:

Dentro de lo correspondiente al transporte de carga, los trámites son mucho más ágiles y en menor cantidad.

4. Seguridad:

En 2018 se registraron aproximadamente 37’800.000 vuelos en todo el mundo. Se calcula que cada 2,54 millones de ellos, hubo un accidente. Sin embargo, de acuerdo con la Aviation Safety Network (ASN), 3 de cada 15 aviones que tuvieron accidentes eran operados por compañías aéreas que figuran en la lista negra de la Unión Europea.

5. Estado de la mercancía:

Para los casos en los que se trata de mercancía susceptible a daños por condiciones de temperatura o de transporte, reducir el tiempo de tránsito de la misma, en algunos casos, contribuye a disminuir el riesgo.

No todo lo que brilla es oro…

Mira arriba: ¡es Superman! No, es un avión. Y no se necesita kriptonita para que algo salga mal. Queremos que siempre estés bien informado y, por eso, es necesario ser realistas: si bien la aviación es una de las maneras más seguras de transporte, no está exenta de RIesgos en el transporte, más aún cuando hablamos de carga.

Es importante pensar que no solo se trata del tiempo que está tu mercancía dentro del avión. La cadena logística es un proceso largo y complejo, durante el cual pueden ocurrir muchos imprevistos que ponen en peligro tus embarques.

Estos son los riesgos más comunes en el transporte de carga aéreo:

1. Siniestros:

No podemos excluir este riesgo. Es inherente al transporte y sucede igual en todas sus modalidades, incluyendo el aéreo.

2. Costo:

De lejos, el más costoso. Transportar mercancía por aire implica gastos mayores a otros modos como el terrestre y marítimo.

3. Condiciones climáticas:

Es posible que no afecten el vuelo, pero unas malas condiciones climáticas pueden generar retrasos en los trayectos y, por ende, en la entrega de las mercancías.

4. Tráfico ilícito:

De acuerdo con la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), “El carácter altamente complejo del entorno funcional de la carga y el correo aéreos, que involucra múltiples entidades, se añade a las dificultades de la lucha contra amenazas”. Aunque parezca imposible, existen casos en los que se utilizan mercancías para transportar de manera ilegal explosivos, droga o cualquier tipo de elementos prohibidos y, en muchos casos, se hace sin consentimiento o conocimiento del dueño de la carga.

5. Manipulación:

Debido a la intervención de múltiples agentes en los aeropuertos, el transporte aéreo requiere constante manipulación y revisión de las mercancías, proceso en el cual pueden ocasionarse daños a la misma.

Al igual que con cualquier otra modalidad de transporte de carga, debes tener presente que para la aviación también aplican ciertas normas de responsabilidad de los transportistas. Es decir que, en caso de daños o pérdidas de las mercancías, ellos solo deben responder por una mínima parte del valor que, en la mayoría de los casos, no llega ni a ser la mitad de su precio.

Conoce en detalle el valor que reconocen los transportistas y en qué casos en nuestro artículo sobre responsabilidad limitada.

La mejor solución para evitar estos inconvenientes -y los posteriores trámites que se deben hacer cuando ocurren accidentes- siempre será adquirir un seguro de carga para esta. Asesórate bien, toma las decisiones adecuadas y, sobre todo, evita abusar de la confianza cuando realices embarques.

FAQs

¿Cuáles son los principales riesgos del transporte aéreo?

Los principales riesgos del transporte aéreo incluyen accidentes e incidentes, como colisiones en el aire, fallas técnicas, errores humanos, turbulencias, condiciones meteorológicas adversas y problemas con la carga. También existe el riesgo de ataques terroristas y robos.


¿Cómo se pueden prevenir los riesgos en el transporte aéreo?

Para prevenir los riesgos en el transporte aéreo, se deben implementar medidas de seguridad y protocolos rigurosos. Esto incluye la selección cuidadosa de proveedores y operadores aéreos confiables, la inspección rigurosa de la carga y los envíos, y la capacitación adecuada del personal involucrado en el transporte aéreo. También es importante contar con sistemas de monitoreo y alerta temprana para detectar y abordar rápidamente cualquier problema que pueda surgir.


¿Cómo afectan los riesgos del transporte aéreo a la industria de la logística?

Los riesgos del transporte aéreo pueden afectar significativamente a la industria de la logística. Las interrupciones en el transporte aéreo pueden resultar en retrasos en la entrega y en la producción, lo que puede afectar la satisfacción del cliente y la reputación de la empresa.