Como consumidores, sin saberlo, utilizamos mercancías peligrosas a diario. Muchos productos entran en esta categoría, desde la pasta de dientes en el baño hasta la crema batida en aerosol en el refrigerador. Estas mismas mercancías requieren un cuidado especial durante el transporte para evitar situaciones peligrosas.
Los factores que van desde la vibración hasta la electricidad estática pueden contribuir a las interrupciones y los riesgos asociados con el movimiento de materiales peligrosos. A continuación te damos toda la información sobre las mercancías peligrosas.
El transporte de mercancías peligrosas (aceites, gases, productos químicos, sustancias radiactivas) se refiere al tránsito de sustancias con alto riesgo para el medio ambiente y/o las personas, o sustancias que pueden dañar otros materiales y mercancías.
La solución de transporte implica la aplicación de medidas adecuadas para garantizar su tránsito con total seguridad. El transporte puede realizarse por vía terrestre, marítima, fluvial, ferroviaria o incluso aérea.
Dados los factores de sensibilidad y riesgo, las mercancías peligrosas necesitan que se tomen precauciones específicas. Entre ellas figuran un embalaje y acondicionamiento meticuloso, operaciones de manipulación específicas y un almacenamiento adaptado para su conservación. La sensibilización y la formación continua del personal son medidas indispensables para el transporte y la manipulación de esta categoría de mercancías.
La normativa relativa al transporte de mercancías peligrosas no permite el tránsito por oleoductos o gasoductos.
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Las mercancías peligrosas se consideran como tales cuando presentan un carácter de riesgo de deterioro puntual o global. En caso de accidente, el transporte de materias peligrosas puede conllevar un riesgo de contaminación del suelo y de las aguas subterráneas. También constituye un riesgo sanitario para las personas y la fauna local.
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Para el transporte ADR (por carretera), al igual que para las demás modalidades de tránsito, la logística debe adaptarse a la naturaleza de las mercancías peligrosas:
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Dentro de la Clase 1 existen 6 divisiones, cada una con características diferentes en relación al tipo de explosivo que se manipula o transporta. Estas distinciones son relevantes, ya que cada división requiere un tratamiento específico.
La mayoría de los gases son más densos que el aire, lo que implica que pueden causar asfixia al desplazar o diluir el aire en áreas cerradas. Además, representan riesgos tanto físicos como químicos, que varían según el tipo de gas involucrado.
Los líquidos inflamables se emplean comúnmente como combustibles en motores de combustión interna de vehículos y aviones, y constituyen la mayor cantidad de productos peligrosos transportados por tierra. También se utilizan en cantidades menores como intermediarios químicos, así como componentes de pinturas, barnices, tintas, adhesivos, entre otros.
Los líquidos inflamables se sitúan en Grupos de Embalaje:
Son sustancias susceptibles de combustión espontánea o que que en contacto con el agua desprenden gases inflamables.
Arden fácilmente, más que los materiales combustibles ordinarios como la madera o el papel. La combustión puede ser violenta y rápida, generando una gran cantidad de calor.
Pueden ser sólidos o líquidos. Arden espontáneamente en contacto con el oxígeno. Deben conservarse en embalajes herméticos o como líquidos bajo un gas inerte o una cobertura líquida.
Reaccionan con el agua, ya sea en estado líquido o en vapor, y generan un gas inflamable. Pueden arder por el calor de la reacción. Deben conservarse en recipientes estancos al agua, herméticamente sellados para evitar la entrada de humedad o vapor de agua.
Debido a su alto contenido en oxígeno, suelen ser materiales reactivos. Pueden reaccionar con otros materiales inflamables o combustibles, y el calor generado puede iniciar la combustión más tarde. Después, los agentes suministran el oxígeno para mantenerlos ardiendo sin ayuda del oxígeno en el aire, como ocurre con la combustión normal.
La molécula contiene estructuras que contienen carbono (orgánico) asociadas a un doble vínculo (peróxido). Así, el combustible y el oxígeno se combinan en la misma molécula, lo que les hace aún más capaces de arder que un material combustible independiente. Debido a su naturaleza reactiva, pueden resultar muy dañinos para el cuerpo humano, particularmente los ojos.
Son venenos químicos o que pueden dañar el cuerpo humano, en su totalidad o en parte. Debe evitarse que penetren en el cuerpo, ya sea al tragarlos, respirarlos o absorberlos a través de la piel. En general, la Clase 6.1 no debe transportarse con alimentos, aunque hay excepciones.
Contienen patógenos, es decir, microorganismos que causan enfermedades infecciosas en los humanos o animales. Se clasifican por peligro de transporte en uno de tres grupos, de los cuales solo los dos primeros se consideran peligrosos para el transporte por motivos infecciosos.
Los contenedores radioactivos son completamente seguros para manipular y transportar, ya que actúan como escudos protectores. No representan ningún riesgo para la salud de los transportistas. Sin embargo, es importante mantener la exposición a cualquier dosis de radiación ionizante al mínimo posible de acuerdo con las normas establecidas.
Los corrosivos son materiales altamente reactivos de acción química, que pueden producir cambios en los materiales en contacto. Por este motivo, los productos corrosivos se usan en gran medida en la industria para producir una amplia gama de transformaciones y efectos.
Incluye sustancias y artículos que, durante el transporte, presentan un peligro no cubierto por el encabezado de otras clases. Estos productos tienen propiedades que no se pueden incluir en ningún otro grupo en el sistema o que presentan una serie de peligros no relacionados que abarcan a dos o más clases.
Para concluir, como lo mencionamos previamente existen diferentes tipos de mercancías peligrosas y cada una hace parte de una categoría diferente, pero no por ser mercancía peligrosa está exenta a poder ser asegurada, es por esto, que la asesoría de un experto es clave en este proceso para que te guíe adecuadamente sobre el tipo de seguro con el que puedes proteger tu mercancía y el protocolo de seguridad que debes seguir para que el transporte de la carga se realice de manera segura.
Los transportistas de mercancías peligrosas deben considerar detenidamente sus necesidades de seguro y asegurarse de que disponen de la cobertura adecuada para protegerse a sí mismos y a su empresa.
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