En un movimiento inesperado pero estratégico, la administración del presidente Donald Trump anunció una suspensión de aranceles por 90 días para más de 75 países que no han respondido con represalias a las políticas comerciales de Estados Unidos. Esta medida implica una reducción del arancel al 10% para las importaciones provenientes de esos países, en un intento por aliviar tensiones comerciales globales y estabilizar los mercados.
Sin embargo, la decisión no incluye a China, que enfrentará un incremento inmediato de aranceles hasta el 125%, como represalia por sus medidas anteriores consideradas "hostiles" por Washington. Esta exclusión deja claro que las tensiones entre las dos economías más grandes del mundo siguen escalando, incluso en un entorno donde se busca cierto grado de distensión global.
Impacto económico inmediato
La reacción de los mercados financieros fue rápida y positiva. Wall Street vivió su jornada más fuerte desde 2020:
Este repunte evidencia cómo los actores del mercado recibieron con alivio el anuncio de la tregua parcial, viendo en ella una oportunidad para reactivar el comercio y la inversión en un entorno menos tenso.
Puntos a favor de la medida:
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Alivio temporal para la economía global: La reducción de aranceles podría traducirse en menor presión inflacionaria y una mayor fluidez en el comercio internacional a corto plazo.
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Impulso a la diplomacia comercial: La medida abre una ventana de oportunidad para que otros países fortalezcan sus relaciones comerciales con EE. UU., alejándose del riesgo de ser penalizados.
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Reactivación bursátil: Los mercados reaccionaron con optimismo, lo que podría traducirse en un mayor flujo de inversión durante este trimestre.
Riesgos y tensiones persistentes:
No obstante, la exclusión de China de esta tregua no solo mantiene viva la guerra comercial entre ambos países, sino que podría intensificarla. Pekín ya había respondido con aranceles del 84% a productos estadounidenses semanas antes, y no se descartan nuevas medidas de retaliación. Las tensiones no resueltas siguen generando incertidumbre para las cadenas de suministro y los mercados de materias primas.
¿En conclusión?
La tregua arancelaria parcial anunciada por Estados Unidos ofrece un respiro temporal a la economía global, especialmente para países aliados que no han tomado represalias contra Washington. Sin embargo, la exclusión de China del acuerdo y la agresiva subida de tarifas abren un nuevo capítulo en una confrontación comercial que amenaza con seguir escalando. El mundo observa con atención cómo evolucionarán las relaciones entre las dos superpotencias en los próximos meses, mientras se espera que las negociaciones avancen hacia una solución más estructural y duradera.
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Fuentes consultadas:
