La hora equivocada: cómo los horarios críticos están redefiniendo la planificación logística en México

La gestión del tiempo en ruta se ha convertido en una variable central para reducir la exposición al robo de mercancía en México. El análisis del tercer trimestre de 2025 muestra patrones claros por horario y día de la semana que obligan a revisar cómo se programan salidas, relevos y entregas en los principales corredores logísticos del país.

Los datos no solo indican cuándo ocurren más incidentes. También evidencian cómo se organiza la operación del transporte y ofrecen insumos para ajustar la planificación sin detener la actividad.

Horarios críticos y su impacto en la exposición al riesgo

El Reporte de Riesgos Logísticos México 2025 Q3 confirma que el robo de carga se concentra en momentos específicos de la jornada. Más de la mitad de los incidentes registrados en el trimestre ocurrieron entre las 18:00 y las 06:00, lo que consolida este periodo como la ventana de mayor exposición para la operación.

Dentro de esta franja se observan picos de incidencia en las primeras horas de la mañana y en la noche, coincidiendo con cambios de turno, cierre de actividades en patios y mayor movimiento en rutas que conectan parques industriales, centros de distribución y zonas urbanas.

En la dimensión semanal, la mayoría de los incidentes se concentraron entre martes y viernes, en línea con los días de mayor actividad de abastecimiento, consolidación y entrega. El reporte detalla cómo estos horarios interactúan con región, tipo de mercancía y modo de operación, ofreciendo un mapa temporal más preciso para la toma de decisiones.

Cómo usar el tiempo como herramienta de prevención

El análisis del trimestre ofrece elementos concretos para incorporar el tiempo en la gestión del riesgo de manera práctica.

Una primera medida es revisar las ventanas de salida y llegada de las rutas que cruzan zonas con alta concentración de incidentes. No siempre será posible evitar el tránsito nocturno, pero sí se pueden limitar los tramos más sensibles en los horarios de mayor incidencia y anticipar el paso por corredores críticos.

También resulta útil priorizar la supervisión en las franjas donde el reporte identifica picos de riesgo. En esos momentos, los centros de monitoreo pueden reforzar el seguimiento de unidades, validar desviaciones y dar seguimiento puntual a cualquier detención no programada, alineando los recursos de vigilancia con el perfil real del riesgo.

La gestión formal de paradas es otro componente clave. La evidencia muestra que las detenciones en puntos sin control formal tienen un peso relevante en el total de incidentes. Frente a esto, definir una lista de paradas autorizadas, comunicarla con claridad a los operadores y asociar cada detención a un punto previamente validado contribuye a reducir la exposición, en especial durante la noche.

El reporte incluye, además, recomendaciones específicas por tipo de mercancía, flujo logístico y región, así como ejemplos de medidas aplicadas en cadenas de consumo masivo, manufactura y mercancía de alto valor, que permiten adaptar la prevención a la realidad de cada operación.

El comportamiento observado en el tercer trimestre confirma que el riesgo logístico en México no solo está determinado por la ruta o por el tipo de producto. El momento exacto en que se mueve la carga es un factor decisivo que puede aumentar o reducir de manera significativa la exposición.

Incorporar el tiempo como variable central en la planificación de rutas, relevos y paradas autorizadas permite tomar decisiones más informadas y alinear la operación con el perfil real del riesgo.

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