8 recomendaciones para proteger el valor de tus cargas
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El mundo está hiperconectado, el comercio internacional sigue creciendo a un ritmo vertiginoso año tras año y las tendencias de consumo evolucionan constantemente transformando los procesos de transporte y distribución, imponiendo nuevos retos y trayendo nuevas oportunidades al transporte de mercancías, sin embargo, este progreso ha sido al mismo tiempo el responsable de generar cadenas logísticas cada vez más densas, complejas y llenas de detalles intrínsecos que las hacen vulnerables a diversos riesgos.
Sí, es cierto que cada vez contamos con más y mejores desarrollos tecnológicos puestos al servicio de los procesos logísticos y las cadenas de suministro globales, sin embargo, estos desarrollos no son suficientes por sí solos para mitigar los riesgos que pueden presentarse durante el transporte de mercancías a raíz de eventos inesperados y en muchos casos inevitables.
Eventos como desastres naturales, accidentes en el mar, robos o pérdidas de tu mercancía, pueden derivar en cuantiosas pérdidas económicas, extenuantes procesos de reclamación que pueden culminar con una resolución desfavorable para tu compañía y causar el deterioro, e incluso la pérdida, de la relación con tus clientes.
Queremos ayudarte a proteger tu negocio y el valor de tus mercancías a través de la gestión adecuada del riesgo, de modo que estés siempre preparado para hacer frente a cualquier imprevisto que amenace con desestabilizar tu cadena logística.
Por esta razón, hemos recopilado una serie de recomendaciones que te ayudarán a evitar estos dolores de cabeza, al tiempo que proteges el valor de tus mercancías durante su transporte.
Para empezar, es importante que tengas en cuenta que algunos tipos de carga exigirán que tomes precauciones adicionales y específicas para evitar pérdidas o daños durante el proceso logístico. Es el caso de mercancías frágiles, de alto valor o aquellas que requieren control de temperatura para preservarse de forma óptima durante el transporte.
A continuación te compartimos 8 recomendaciones prácticas e infalibles para proteger el valor de tu mercancía:
1. Evita usar distintivos o marcas externas que identifiquen el producto.El primer paso es que procures no atraer atención sobre tu mercancía de alto valor y para ello es importante que evites el uso de marcas externas que identifiquen el producto, como logos, referencias, sellos, o nombres sobre los empaques, cajas, embalajes y documentos de transporte, de modo que la mercancía pueda pasar desapercibida y así puedas disminuir el riesgo de saqueos o faltantes.
2. Verifica que el transportista que elijas esté legalmente registrado.
Asegúrate de contratar el transporte con una compañía que esté legalmente constituida y registrada ante el Ministerio de Comercio del país correspondiente. Es importante que independiente de quién sea responsable por gestionar el transporte, es decir, si lo hace el propietario de la carga, o lo haces tú o algún intermediario logístico adicional, tomen la precaución de verificar el cumplimiento de este elemento, pues es indispensable para garantizar que tu mercancía está en buenas manos.
3. Establece acuerdos y compromisos con el transportista.
Cuando se trate de mercancías de alto valor, procura establecer un contrato de transporte especial con el transportista a través del cual se establezcan cláusulas de obligado cumplimiento que permitan minimizar el riesgo a través de medidas como:
- El requerimiento a la compañía de transporte para que verifique el pasado judicial del conductor, y así confirmar que este no tenga antecedentes criminales.
- Garantizar que los camiones o vehículos de transporte cuenten con un dispositivo de rastreo (GPS) en la carga o en la puerta del contenedor.
- En caso de emergencia, el transportista debe tener un plan de respuesta establecido y un protocolo de seguridad que debe ser cumplido por parte del conductor.
4. Verifica con tu transportista su plan estratégico de ruta.
Asegúrate de que el transportista gestione un plan de ruta adecuado para la seguridad de tu mercancía, de modo que tenga en cuenta elementos como tránsito por vías menos riesgosas y con mayor vigilancia por parte de las autoridades competentes para gestionar el riesgo de robo.
Así mismo, es importante intercambiar información con las autoridades para validar las rutas y horarios más riesgosos y vulnerables para el traslado de la mercancía.
5. Considera acompañamiento vehicular para tus mercancías de alto riesgo.
Esta es una medida de precaución que te entrega mayor tranquilidad cuando necesitas transportar mercancías de alto valor o alto riesgo.
Esencialmente, consiste en un acompañamiento por parte del despacho a través de una persona, escolta o custodio que se desplaza en un vehículo diferente al camión, siguiendo las normas y procedimientos propios de cada país, con el objetivo de brindar protección y respaldo al transportista y asistirlo ante una posible amenaza.
6. Entrega instrucciones claras al transportista cuando tu mercancía requiera control de temperatura.
Si tu carga debe viajar refrigerada o con algún tipo de control de temperatura para preservar el producto, es importante que entregues al transportista instrucciones claras acerca de la temperatura y las condiciones ideales para su manipulación. Te recomendamos hacer énfasis en estas instrucciones, comunicándolas tanto de forma verbal como escrita y de forma explícita en el documento de transporte o en la orden que recibe el transportista.
Adicionalmente, es importante que solicites reportes constantes al transportista a cargo de la operación, de forma que puedas garantizar que las condiciones de la mercancía están siendo constantemente monitoreadas, y así evitar posibles fallas e inconvenientes causados por algún tipo de negligencia o error en el control de la temperatura.
7. Facilita instrucciones para la manipulación de mercancía frágil.
Cuando se trata de mercancía delicada, cerciórate de que tanto el empaque como el embalaje de la mercancía sean los adecuados para protegerla de daños por estímulos o agentes externos, como sustancias o condiciones de cubicación de la carga al interior del camión.
Por otro lado, procura utilizar etiquetas visibles que indiquen al transportista y a los encargados de manipular la mercancía que se trata de carga frágil y que por ende requiere medidas de precaución especiales al momento de cargarla, descargarla o trasladarla.
Finalmente, asegúrate de compartir con el transportista todas las instrucciones necesarias para la manipulación de la carga, teniendo cuidado de aclarar si ésta es apilable o no y qué tipo de condiciones se requieren para garantizar que sea entregada en buen estado.
8. Inspecciona la mercancía al momento de recibirla y deja constancia de su estado por escrito.
Cada vez que un contenedor es entregado en bodegas intermedias y/o en la bodega del cliente final, es indispensable que el personal que recibe la mercancía se asegure de revisarla, inspeccionarla e inventariarla, con el fin de determinar su estado al momento de la entrega, y así, establecer si existen daños, pérdidas o faltantes.
Así mismo, estas anotaciones deben quedar registradas en la prueba de entrega que lleva consigo el transportista, de modo que exista constancia por escrito del estado de la carga en dicho momento.
Las anteriores son recomendaciones prácticas y fáciles de implementar, que garantizan marcar la diferencia en tu cadena logística al permitirte administrar los diferentes riesgos del transporte, proteger el valor de tus mercancías y evitar dolores de cabeza asociados a incidentes a lo largo de tu cadena de suministro.
En Skholl creemos que tus proveedores son tus aliados más importantes en el transporte internacional, y es importante que elijas aquellos que se preocupen genuinamente por tu negocio, que te ayuden a crecer y a maximizar el valor que entregas a tus clientes.
Por esta razón, contamos con un equipo de expertos para ayudarte a prepararte frente a lo impredecible, planear frente al riesgo y mitigar los efectos de cualquier disrupción en el transporte. Estamos aquí para demostrarte que es posible proteger el valor de tus mercancías a través de pólizas de seguro y coberturas personalizadas, de acuerdo con el contexto de tu negocio, los retos y las necesidades propias de tu cadena logística.
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